domingo, noviembre 19, 2006

CURIOSIDAD #05 -- Sobre la última vuelta de tuerca --

El otro día dejé de ver un partido de fútbol por ver "The L word". ¿La razón? necesitaba ver cómo era una escena erótica
para mujeres.


Tal sacri-ficio/legio tiene como motivo no dejar escapar la ocasión de hacer algo grande.

Robert De Niro dijo en "A Bronx Tale": "The saddest thing in life is wasted talent" en castellano, Lo más triste en la vida
es el talento malgastado.

...y, cómo no, en el mundo del cine, hay miles de ejemplos sobre esta frase.

El problema es que cuando malgastas el potencial de una obra de arte, puedes crear una mala escuela.

Me explico: James Bond, y todo lo que le rodea.

Las películas de James Bond, en muchas ocasiones, son tachadas de machistas y estereotipadas.

Personalmente, no pienso que sea así, pero este tipo de opiniones surgen cuando no acabas de rematar.

Me vuelvo a explicar: La diferencia entre un "estereotipo machista" y un "personaje de marcado carácter masculino" es tan mínima e inapreciable, que la opinión del espectador dependerá de si el personaje le gusta o no.

Trabajarse a un personaje es algo complicado (salvo para Nuria Bermúdez), pero es un juego de hacerle atractivo para el mayor número de gente posible.

James Bond es encantador, fuerte, seguro de sí mismo, tiene clase, temple... pero, si el guionista se currara más los
diálogos, podría mostrar una parte humana, que le haría ganarse a todos esos detractores de la imagen estereotipada que representa.

Si James Bond fallara de vez en cuando, la gente apreciaría más su imagen.

No digo que deje de ser Bond, pero siempre se le pueden añadir matices a su personaje.

En el porno pasa igual, el porno tiene mucha mala prensa porque, en cada producción, se reune a la gente, se desnudan, se folla, y se distribuye.

Si hay guión, es corto y previsible.

El sexo es una parte importante de nuestras vidas (probablemente la que más importe), y eso debe dar para muchas historias, como para que nunca se trabaje a fondo un buen guión.

Evidentemente, la manera de pensar de un productor es "más madera, más pasta". Si tienes dos días para hacer una peli, te limitas a hacer lo que el publico, que va a pagar, quiere.

Y los pajilleros pagan gran pasta por ver tías rebajarse. Es tan cierto como que las marujas pagan por ver tediosas
historias de amor.

¿En qué se traduce esto? En que la disciplina del porno pierde posibles adeptos.

Yo aún sigo disfrutando con los detalles, las caras, los movimientos, la comicidad de este género...pero reconozco que le falta frescura, le falta otra perspectiva.

Por ejemplo, faltan escenas con las que una mujer sienta ganas de tocarse.

Y por eso decidí sacrificar un partido de fútbol.

Bueno, he de reconocer que un poco sí lo ví...¡está en mi naturaleza ver fútbol!